lunes, 4 de julio de 2011

Un propio circo.



Camina tranquilamente con su gran abrigo azul observando, dilucidando, aceptando toda esa diversidad que sus ojos no daban abasto para mirar con claridad. Veía a una hermosa mujer con un exótico traje, muy sencilla pero llena de misterios; a su lado se encontraba un pequeño hombre con los ojos brillantes, lleno de emoción esperando su turno para entrar a presentar su número artístico; entre tanto mirar también encontró un viejecito con una larga y gruesa capa que a todo el que se le cruzase le ofrecía su truco de magia, que de por si a nadie sorprendía pero todos tenían curiosidad de conocerlo; también encontró a un payaso con una lágrima dibujada en la mejilla, que a todos cautivaba con su irónico humor triste; más adelante vio a un león en una jaula, esperando a su domador que lo llevaría a la pista central para mostrar su belleza, habilidad y coraje que demostraba al atravesar los arcos de fuego; en una parte muy alejada del circo encontró un pequeño mono que nada en él parecía normal, pero al acercarse cada vez más a él se dio cuenta que solo era un ilusión, era tal cual como se imaginan a los monos, efusivos, intranquilos, atractivos e irrespetuosos, pero inevitablemente atrayentes; más adelante vio al dueño del circo sentado, con la mirada perdida en una hoja de cálculo, lo miró tan atentamente que pudo adivinar sus pensamientos y lo más claro que pudo descifrar fue la luz de esperanza que aquel hombre tenía;  siguió caminando y mirando, hasta llegar al final de la carpa de circo en donde encontró una caja llena de estrellas en su exterior, su curiosidad fue más fuerte y no pudo evitar no abrirla, en el preciso momento en que la abrió salió disparado un trozo de papel que decía: ‘Este es tu propio circo, este eres tú, estos son los demás y esto es lo que muchas veces ocultas en tu interior’. 

Alas.

Extiende tus alas y vuela, pequeña oruga, deja que tus sueños vuelen por el aire, que el viento marque su camino, hacía un país desconocido dónde no existe tiempo, ni espacio; dónde puedes ser quien tu quieres, dónde no existen límites, dónde los pensamiento más locos serán cuerdos, dónde todos sueñan tan alto como tú, dónde aprenderás a creer en ti, dónde sabrás lo que eres y cuán importante eres, dónde encontrarás tu esencia, dónde te encontrarás , dónde sabrás lo que realmente quieres: ser libre y poder echar a volar todo lo que está dentro de ti, porque no necesitarás alas para poder volar. Podrás ser una pequeña oruga que no llegará muy lejos, pero siempre podrás soñar. Abre tus alas y vuela hermosa mariposa, porque los sueños son alcanzables con el corazón.